1. Las Escrituras: La Santa Biblia (los 66 libros que fueron reconocidos definitivamente por el concilio de Cartago en el 397 d.C.) fue escrita por hombres divinamente inspirados (1) y es un tesoro perfecto de instrucción celestial (2). Tiene a Dios por autor (3), muestra el camino de la salvación (4), y su contenido es la verdad sin mezcla de error (5). Por tanto, ella constituye la norma suprema a la cual se debe sujetar todo juicio que se forme de la conducta, las creencias y las opiniones humanas (6), así como de la unidad cristiana (7). El criterio para su interpretación es Cristo Jesús (8).(1) 2Ped.1:20 – 21; (2) 2Tim.3: 16-17; (3) Heb.1:1-2; (4) 2Tim.3: 15; (5) Jn. 17:17; (6) Jos.1:8;Mt.4:1-11; (7) Ga.1:8; 2Jn.10; (8) Jn.5:39.
2. El Dios Verdadero: Hay un solo Dios verdadero (1); Espíritu Infinito (2) y eterno (3); Creador y sustentador deluniverso (4); Omnipotente (5), Omnisciente (6), y Omnipresente (7). Es Amor (8), Santo (9),Justo (10), Perfecto (11) e inmutable (12); digno de todo amor (13) y alabanza (14). En launidad de la divinidad existen tres Personas: el Padre (15), el Hijo (16) y el Espíritu Santo(17), iguales cada una en su divina perfección, coexistentes y coeternales, quedesempeñan oficios distintos, pero que armonizan en la grande obra de Redención (18).(1) Deut. 6:4; Jer.10: 10; Jn.17:3; (2) Jn.4:24; II Crón.6: 18; (3) Sal.90:2; (4) Gén. 1:1;Col.1:17; (5) Gn.17:1; (6) 1Jn.3:20; (7) Sal.139:7-12; (8) 1Jn.4:8; (9) Is.6:3;(10) Deut.32:4; Sal.119:137; (11) Mt.5:48; (12) Stgo.1:17; (13) Mt.22:37; (14) Sal.148; (15)Ef.4:6; (16) Jn.20:31; (17) Hch.5:1-4; (18) Mt.28: 19; II Cor.13:14; 1Ped.1:2Dios el Padre es sobre todo (1), de quien proceden todas las cosas (2). Él es Padre de todos aquellos que llegan a ser sus hijos por medio de la fe en Cristo Jesús (3), a quien por amor envió para que los hombres pudieran tener vida eterna (4). Él revela su verdad a los hombres(5) y da recompensas (6). Debe ser glorificado por la vida ética de sus hijos (7). A Él debenser dirigidas las oraciones (8), en el nombre del Hijo (9), y con la intercesión del Espíritu Santo (10).(1) Ef.4:6; (2) 1 Cor. 8:6; (3) Jn.1:12; (4) Jn.3:16; (5) Mt.16:17; (6) Mt.6:6; (7) Mt.5: 16, 44, 45;(8) Mt.6:6,9; (9) Jn. 14:13; (10) Ro.8:26.Jesucristo es nuestro Salvador (1) y Señor (2); engendrado por el Espíritu Santo (3) y nacido de la virgen María (4). Es verdadero hombre (5) y verdadero Dios (6). Murió crucificado por nuestros pecados (7), resucitó de entre los muertos (8) y ascendió a los cielos (9).Asimismo, ha de venir victorioso al mundo en forma universalmente visible (10) para juzgara los vivos y a los muertos (11) y consumar su reinado absoluto (12).(1) Tit.2:13; (2) Filp.2:11; (3) Mt.1:20; (4) Lc.1:35; (5) Heb.2:14; (6) 1Jn.5:20; (7) Filp.2:8;1Cor.15:3; (8) 1Cor.15:4; (9) Hch.1:9,11; (10) Ap.1:7; (11) Jn.5:25-29; (12) Ap.11:15El Espíritu Santo es una persona divina (1), cuyo ministerio consiste en convencer al mundo de pecado (2) y conducir a los cristianos a toda verdad (3), a quienes también sella, en el momento que creen (4), para el día de la redención (5) y los enviste de poder para cumplir la Gran Comisión (6).(1) Ef.4:30; Jn. 15:26; (2) Jn. 16:8; (3) Jn. 16:13; (4) Ef.4:13; (5) Ef.4:30; (6) Hch.1:8.
3. El Hombre: El ser humano fue creado por Dios a su imagen y semejanza en el sentido espiritual, moral e intelectual (1), sexualmente definidos, de manera complementaria, como varón y hembra(2), para vivir en santidad, sujeto a las leyes de su Creador (3). Fue dotado de libertad, pero por transgresión voluntaria cayó de su estado perfecto (4), arrastrando por herencia a toda la raza humana a condenación eterna (5); sin embargo, Dios, en su infinita misericordia y gracia proveyó para el hombre caído plena redención y justificación en Jesucristo (6).(1) Gn.1:26; (2) Gn.1:27,28; (3) Gn.2:7- 17; (4) Gn.3:1-8; (5) Ro.5: 12- 21; (6) Gn.3:15, Ga.4:4-5
4. La Salvación: Dios quiere que todos los hombres sean salvos (1). La salvación de los pecadores es por la gracia de Dios, por medio de la fe (2), en virtud de la obra redentora de Cristo (3); quien cumpliendo la voluntad del Padre (4) se hizo hombre exento de pecado (5), honró la ley divina con su obediencia personal (6) y con su muerte dio plena satisfacción por los pecados de toda la humanidad (7), haciendo partícipes a los que creen de la victoria de su resurrección (8).(1) 1Tim.2:4; Ti.2:11; 2Ped.3:9; (2) Ef.2:8; (3) Ro.3:24-26; (4) Heb.10:7; (5) Heb. 4:15; (6) Heb.5: 8-9; (7) 1Jn.2:2; 1Tim.4:10; 2Cor.5:19; (8) ICor.15: 53 -57.
a) LA JUSTIFICACIÓN: La justificación es el acto por el cual Dios declara justo al pecador, en virtud de su fe (delpecador) en la obra redentora de Cristo (1), y no por consideración de ninguna obra dejusticia que hagamos (2), imputándonos Dios gratuitamente mediante esta fe la justiciaperfecta de Cristo (3), lo cual nos introduce a un estado completo de paz con Dios (4).(1) Ro.3:21-26; (2) Ga.2:16; (3) 2Cor.5:21; (4) Ro.5: 1.b)
CARÁCTER GRATUITO DE LA SALVACIÓN: El Evangelio ofrece gratuitamente los bienes de la Salvación a toda criatura (1) y es deberde todos aceptarlos inmediatamente (2), con fe (3) y arrepentimiento (4). El único obstáculopara la salvación de cualquier pecador es su rechazo voluntario al Evangelio debido a superversidad (5).(1) Mr.16:15; (2) Hch.2:37,38; (3) Jn.6:47; (4) 2Ped.3:9; (5) Jn.3:19,36.c) LA REGENERACIÓNPara ser salvo hay que ser regenerado, o sea, nacer de nuevo (1), lo cual consiste en unaobra sobrenatural dentro del creyente que no está al alcance de nuestra inteligencia (2),por el poder del Santo Espíritu (3) y con la instrumentalidad de la Palabra de Dios (4). Estonos hace hijos de Dios por la fe en Jesucristo (5) y produce en nosotros una vida nueva (6).(1) Jn.3:5; (2) Jn.3:6-8; (3) 1Ped.1.22,23; Ti.3:5; (4) Stgo.1:18; (5) Jn.1:12,13; 3:9-14; (6)2Cor.5:17d)
EL ARREPENTIMIENTO Y LA FE: El arrepentimiento y la fe son reclamos del Evangelio (1) y asimismo son gracias inseparables, de las cuales podemos disfrutar por el auxilio del Espíritu Santo (2). De esta forma, profundamente convencidos de nuestra culpa, de nuestro peligro y de nuestra impotencia, como también de lo referente al camino de salvación mediante Cristo (3), nos volvemos hacia Dios sinceramente contritos, confesándonos con Él e implorando su misericordia (4), reconociendo a Jesucristo como el Señor de nuestras vidas (5), y confiando en él como nuestro único y suficiente Salvador (6).(1) Mr.1: 15; (2) Hch.11:18; Ro. 2:4; (3) Jn.16:8; 14:6; (4) Hch.2:37-41; (5) 1Cor.12:3; Ro.10:9;(6) Hechos 4:125. El propósito eterno de la Gracia Divina. La elección es el propósito de Dios, según Su presciencia, de salvar, regenerar y santificar misericordiosamente a los que creen en Cristo (1). Este propósito, perfectamente consecuente con la libre agencia humana, abarca todos los medios junto con el fin, que es llegar a ser como Cristo (2), manifiesta la soberana bondad divina (3), excluye absolutamente la jactancia, promoviendo la humildad (4) y se evidencia en la vida fructífera de todos los que realmente reciben a Cristo (5).(1) 1Ped.1:2, 18-21; (2) Ro.8:28-30; (3) Ef.1: 3-6; (4) 1Cor.1:26-29; (5) 2Ped.1: 5-10.
6. La Santificación: La santificación es el proceso mediante el cual experimentamos en nosotros la naturalezade Dios (1), según Su voluntad (2). Esta es una obra progresiva que comienza con laregeneración y termina en el día de Cristo (3), desarrollada en el corazón fiel por lapresencia y poder del Espíritu Santo (4). Además, existen algunos medios facilitadores deeste proceso, tales como la Palabra de Dios (5), la confesión de pecados (6), la oración (7)y el compañerismo cristiano (8).(1) 2Ped.1: 4; (2) I Tes.4:3; (3) Filp.1: 6; (4) 2Cor. 3:18; (5) Jn.17: 17; (6) IJn.1:9; (7) Mt.26: 41;(8) Heb.10:24, 25.
7. La perseverancia de los Santos: Los cristianos regenerados no apostatarán para perecer irremediablemente, sino que permanecerán hasta el fin (1). Ellos han sido sellados por el Espíritu Santo para el día de la redención (2). Su adhesión perseverante a Cristo es la señal que los distingue de los que aparentemente hacen profesión de fe (3). Los cristianos auténticos son custodiados por el poder de Dios para salvación (4).(1) Jn.10: 27-29; Heb.10:39; (2) Ef.1:13, 14; 4:30; (3) Filp.1:6; 1Jn. 2:19; (4) Ro.8:37-39; Jud.24
8. La Ley y el Evangelio: La Ley de Dios es santa, justa y buena (1); pero el hombre está incapacitado por su naturaleza pecaminosa para cumplirla (2). La misión de la ley fue servirnos de guía para llevarnos a Cristo (3), quien la cumplió como nuestro Sustituto (4). El Evangelio es la buena noticia de salvación en Cristo a todo aquel que cree (5), sin necesidad de las obras de la ley(6).(1) Ro.7:12; (2) Ro.7:14; (3) Ga.3: 24; (4) 2Cor.5:21; (5) Ro.1:16; (6) Ro.3:28.
9. Una Iglesia del Nuevo Testamento: La iglesia es universal (1) y local (2). Fue fundada por Cristo (3) y constituida como un Cuerpo por el Espíritu Santo en el día de Pentecostés (4). Una iglesia local neotestamentaria es un cuerpo de creyentes en Cristo que han dado testimonio de su fe por medio del bautismo (5), unidos voluntariamente para la adoración, el compañerismo, el servicio, la proclamación del Evangelio y para sostener las doctrinas del Nuevo Testamento (6). Practica las ordenanzas (7), tiene un gobierno congregacional (8) y ejerce deberes y derechos según nos muestra el Nuevo Testamento (9). Sus oficiales son pastores diáconos, con determinados requisitos, derechos y obligaciones (10). Además, cada miembro debe desempeñar una función específica dentro de la congregación según los dones espirituales recibidos (11). El programa permanente de la iglesia le fue dado en la Gran Comisión (12).(1) – Ef.5:25; (2) 1Cor.1:2; (3) Mt.16: 18; (4) 1Cor.12:13; (5) Hch.2: 41; (6) Hch.2:42-47;(7) Mt.28:19; 1Cor.11:23-26; (8) Hch.6: 5; 15:22; (9) Mt.18: 17-18; (10) I Tim.3: 1-13;5:17; Heb.13:17; (11) 1Ped.4:10; Ro.12:4-8; (12) Mt.28:19,20; Hch.1: 8.
10. Las Ordenanzas: Bautismo y la Cena del Señor. A) El Bautismo. El bautismo cristiano es la inmersión en agua de la persona que tiene fe en Cristo (1), en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (2), a fin de proclamar, mediante el profundo significado simbólico que tiene este acto, su identificación con el Salvador crucificado, sepultado y resucitado, así como la novedad de vida que resulta de la fe (3). Es un requisito previo para ser parte de la membrecía de una iglesia local (4)(1) Mr.16:16; Hch.8:36-39; (2) Mt.28:19; (3) Ro.6:4; (4) Hch.2: 41 -42b) Cena del Señor. La Cena del Señor es una ordenanza dada a la Iglesia (5), donde se usa simbólicamente cierta provisión de pan y vino para representar respectivamente el cuerpo y la sangre de Cristo (6). En ella participan los miembros de la iglesia, quienes de esta forma conmemoran y anuncian la muerte de su Señor hasta que venga en gloria, al mismo tiempo que proclaman la fe que le tienen y la esperanza de la vida eterna en virtud de la resurrección de Cristo de los muertos (7). Su observancia debe ser precedida por el auto examen detenido de cada participante (8).(5) 1Cor.11:23; (6) Lc.22: 17 -20; (7) 1Cor.11:24 -26; Mt.26:29; (8) 1Cor.11:27-29.
11. El Día del Señor: El día del Señor es el domingo, porque ese día Jesucristo, al resucitar de los muertos, terminó su obra redentora al igual que el Padre terminó en sábado su obra de creación (1) y se ha de consagrar a la adoración cristiana, privada y pública (2), a fin de prepararse para "el descanso que le queda al pueblo de Dios” (3).1. Jn.20:1; (2) Hch.20: 7; 1Cor.16: 2; (3) Heb.4:9
12. El Gobierno Civil: El gobierno civil existe por disposición divina, para los intereses y el buen orden de la sociedad humana (1), por lo que debemos orar por los gobernantes (2), honrándolos en conciencia y obedeciéndoles (3), salvo en aquello que claramente se oponga a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, único dueño de la conciencia y Rey sobre cualquier autoridad terrenal (4). La Iglesia y el Estado deben estar separados, reconociéndose mutuamente y fungiendo cada uno en sus respectivas esferas con recíproco respeto (5). El cristiano debe ser el mejor ciudadano (6).(1) Ro.13:1; (2) Tim.2:1 -2; (3) 1Ped.2: 13-17; (4) Hch.4: 19-20; 5:29; (5) Mt.22:21; (6)1Ped.2:11-16.
13. El Mundo Venidero: El fin del mundo se acerca (1). Cristo descenderá del cielo (2) y levantará a los muertos del sepulcro (3). Se verificará una separación solemne (4) donde los impíos serán sentenciados al castigo eterno y los justos al gozo sin fin (5). Este juicio determinará para siempre, sobre principios absolutamente justos, el estado final de los hombres, en el cielo o en el infierno(6). Habrá para los redimidos cielos nuevos y tierra nueva donde more la justicia (7).(1) 2Ped.3:10; (2) Ap.1:7; (3) Jn.5:28,29; (4) Mt.25: 32-33; (5) Mt.25:46; (6) Ap.20:11-15; (7) 2Ped.3:13; Ap.21:1,2
14. Autonomía e interdependencia de las Iglesias: Las iglesias bautistas son locales y autónomas (1), su gobierno es congregacional (2), y se sostienen y expresan por sí mismas. Ninguna está por encima ni por debajo de otra. Los bautistas desarrollan la interdependencia de las iglesias (3), se unen fraternalmente y ofrecen su cooperación voluntaria para cumplir la Gran Comisión (4).(1) 1Cor.1:2; (2) 1Cor.5: 12-13; (3) 1Cor.16: 1; (4)