En el corazón de la Primera Iglesia Bautista de Guadalupe se encuentra un pilar fundamental: el culto de oración. Cada martes a las 10:00 am, nos congregamos como iglesia, en un espacio de adoración y comunión con nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
El ambiente es impregnado por una paz palpable, donde las preocupaciones cotidianas se desvanecen al entrar. El sonido suave de los cánticos eleva los corazones, guiando a los presentes hacia un estado de recogimiento y conexión espiritual. Las voces se entrelazan en una armonía que se conecta con Dios, envolviendo a cada alma presente en un abrazo de tranquilidad.
El tiempo transcurre en un fluir natural de oraciones y testimonios de fe. Desde peticiones por sanidad y consuelo hasta expresiones de gratitud por bendiciones recibidas, cada voz es escuchada con respeto y amor. Es un espacio donde las lágrimas y las sonrisas se entrelazan, revelando la profunda humanidad de quienes buscan consuelo y fortaleza en la comunidad de creyentes.
Al finalizar, el culto de oración deja una marca indeleble en el corazón de quienes participan. Es más que un encuentro semanal; es un faro de esperanza que ilumina el camino de cada individuo en su jornada espiritual. Con manos entrelazadas y corazones unidos, la comunidad de la Primera Iglesia Bautista de Guadalupe sale fortalecida, lista para enfrentar los desafíos de la vida con renovado fervor y confianza en la guía divina.